"Yo le pedía a Paco Camps que me ayudara y él me ayudaba". Así ha explicado Álvaro Pérez, 'El Bigotes', cómo se hacía con contratos públicos cuando Francisco Camps presidía la Generalitat Valenciana. Lo ha hecho durante el juicio de la Gürtel este lunes en la Audiencia Nacional, donde ha detallado que él se "encargaba de conseguir el cliente" pero que, "si había que intervenir en el pliego de técnicos" o "hacer la factura", "ya no entraba ahí".

Ha vuelto a señalar directamente a Camps a preguntas de la fiscal sobre una conversación en la que le pedían hablar con "el jefe" para solucionar un problema con un contrato. Preguntado acerca de quién era "el jefe", Pérez ha confirmado, sin dudar un instante, que se trataba de Camps.

Además, ha insistido durante su declaración en su estrecha relación con el expresidente valenciano, una amistad que este último niega. Incluso ha estado al borde de las lágrimas cuando en la sala han proyectado el vídeo de su boda, a la que asistió el propio Camps y en la que el novio le definió como "cojonudo como persona y como amigo". "Me parecería obsceno negar lo evidente", ha dicho sobre esa relación el exjefe de Orange Market.

En la sala se ha escuchado también el célebre audio -que puede escucharse bajo estas líneas- en el que Camps felicita a Pérez la Navidad de 2008, en el que se refiere a él como su "amiguito del alma". "Te quiero un huevo", llega a decirle, en un intercambio en el que 'El Bigotes' le promete que contará con su lealtad por "muchos años" y Camps bromea: "Durante muchos años no, hijo de puta, durante toda tu vida".

Camps, por su parte, ha seguido la sesión sentado al final de la sala, muy nervioso y sin dejar de dar indicaciones a su abogado, hasta el punto de que ha sido reprendido para que guardara silencio.

El expresident afronta ahora en Audiencia Nacional el último juicio que tiene pendiente por el Caso Gürtel, en el que la Fiscalía pide para él dos años y medio de prisión y 10 de inhabilitación -lo que frustraría sus aspiraciones de volver a la primera línea política- por prevaricación y fraude, por su presunta intervención directa en la adjudicación del contrato a la empresa Orange Market para el stand autonómico de Fitur en 2009, que costó la friolera de 366.529 euros.