Los familiares de las víctimas mortales de los atentados del 17 de agostode 2017 en Barcelona y Cambrils, Tarragona, protagonizaon una sobria y emocionada ofrenda floral ante el mosaico de Joan Miró en La Rambla, donde también depositaron flores las principales autoridades catalanas.

La delegación política estaba encabezada por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el presidente del Parlament, Roger Torrent, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Marcha de los CDR y protesta por la presencia del rey Felipe VI

Los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) reunían a alrededor de 1.000 personas, según los convocantes, en una marcha silenciosa para homenajear a las víctimas de los atentados 17A y protestar por la presencia de los reyes en el acto oficial del primer aniversario de los ataques.

La marcha arrancaba en la plaza Portal de la Pau y recorría La Rambla hasta el mosaico de Joan Miró, donde los manifestantes depositaban flores y cantaban "Imagine" como tributo a las víctimas.

A la altura del Liceu, el tramo central de la Rambla estaba cortado por agentes de los Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana, cosa que hizo detener la manifestación unos minutos, hasta que la Policía retiró las vallas y la marcha pudo continuar entre aplausos de los asistentes.

Durante el recorrido acontecía un breve momento de tensión cuando un pequeño grupo -de unas cinco personas- gritó"Viva España, viva el rey", a lo que los manifestantes respondieron pidiendo silencio. Asimismo, durante el homenaje en el mosaico de Miró varias personas protestaron por la "politización" del acto y recordaron: "Estamos aquí por las víctimas y no para colgar banderas".

Los CDR han leído un manifiesto mostrando su solidaridad con las víctimas y han señalado: "No estamos aquí por motivos políticos, sino por una cuestión de dignidad", tras lo cual han gritado "No tenemos miedo", uno de los lemas de la manifestación.

Saludo del rey Felipe VI a Torra y a la esposa de Forn

Los reyes, acompañados del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y otras autoridades, saludaron una por una a las víctimas y familiares a su salida del acto por los atentados del 17A, un homenaje con música y poesía que duró unos 45 minutos.

Al entrar en la Plaza Catalunya, el rey saludaba a Torra, que le esperaba junto a la esposa del exconseller Forn, a los que después saludó también Pedro Sánchez.

Después de estrechar la mano a Torra y a Masvidal, tanto el rey como Sánchez saludaban al presidente del Parlament, Roger Torrent, y a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por este orden.

Felipe VI saludaba después a otras autoridades recorriendo la distancia que le separaba de los puestos reservados a los altos cargos.

Al acabar el homenaje, los Reyes han ido saludando a muchos de los asistentes al acto, empezando por los familiares de las víctimas de los atentados.

Finalmente, los Reyes saludaron a dirigentes políticos y representantes de la sociedad civil, hasta subirse al coche en que abandonaban el lugar de homenaje a las víctimas del 17A.