El silencio en Las Ramblas durante el homenaje en el segundo aniversario del 17A solo se ha visto interrumpido por las notas del violonchelo.

Este acto, que ha generado muchas emociones y recuerdos, ha sido para las víctimas y sus familiares, que dos años después vuelven al corazón de la Ciudad Condal para dejar claveles blancos en el mosaico de Joan Miró.

La madre del australiano Julian Cadman de 7 años, que murió por los atentados de aquel fatídico 17 de agosto, ha querido dejar también un juguete de su hijo. También estaba presente el padre de Xavi, que tenía solo tres años cuando fue asesinado en el atentado.

La clase política ha estado presente. A la alcaldesa de la ciudad se la ha visto emocionada, mientras que el silencio quedaba patente por parte de la Generalitat y el Gobierno.

Por su parte, PP y Ciudadanos han querido hacer declaraciones, enviando un dardo para el Govern y pidiendo "unidad". "Quim Torra y sus consejeros han contribuido a alimentar una teoría de la conspiración un tanto paranoica", ha señalado Daniel Serrano, secretario general del PP en Cataluña.

Acompañando a los familiares han estado también algunos de los héroes que trabajaron aquel día: Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos y Guardia Urbana.

Más tarde, después de este acto, los familiares han sido recibidos en el Ayuntamiento y Generalitat en una recepción oficial. Paralelamente, la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo también ha convocado un acto.