El primer invitado en hacer aparición en la recepción fue el presidente del Gobierno acompañado de su mujer, que tras unas breves palabras dejó paso a los demás. Presidente del Congreso, ministros y así hasta mas de 1.500 personas, un número similar al del año pasado, pero un 25% superior a los de los años anteriores, con Juan carlos I.
Después de las elecciones autonómicas y municipales aparecieron muchas caras nuevas y un gran ausente, Pablo Iglesias, que que ha preferido no asistir porque cree que es más útil defendiendo los derechos y la justicia social que asistiendo a este tipo de actos, un argumento en el que insistía su secretario de organizacion Sergio Pascual, para el que "la prioridad de la gente no es que los políticos se reúnan en salones".
La ausencia de Iglesias ha cedido todo el protagonismo a Albert Rivera, quien por primera vez asistió a esta recepción después de que este año los reyes ampliaran la invitación a los líderes de los partidos que aunque de momento no tienen representación parlamentaria, aspiran a desbancar al bipartidismo en las proximas elecciones.
Y sobre ese asunto han hablado todos. Rivera, que tiene ahora las encuestas de cara, se las toma con humildad, muy diferente a la actitud de Pedro Sánchez, que ya se ve ganador.