Desde 17 de mayo, hace casi 50 días, España no estaba en riesgo alto. Entonces nuestra incidencia alcanzaba los 151 puntos, una cifra muy similar a la de esta semana. Pero la situación, eso sí, es diferente.

Entonces los contagios se repartían casi a partes iguales entre jóvenes y mayores. Pero el avance de la vacunación, con 20 millones de dosis inoculadas desde entonces, ha inmunizado especialmente a los mayores de 50.

Por eso las cifras dan ahora un vuelco, situando a los veinteañeros a la cabeza de contagios: son casi un tercio del total, el doble que la última vez que entramos en riesgo alto. Y les sigue muy de cerca el grupo de 10 a 19. Con un 24%, 10 puntos por encima que entonces.

La relajación de las medidas y los comportamientos irresponsables de los últimos días tampoco ayudan. Y aunque ya sabemos que la sintomatología en los jóvenes es menor, no están exentos de riesgo. Desde el inicio de la pandemia, el 1,5% de contagiados de este grupo ha acabado hospitalizado. El 0,1% acaba en la UCI.

Parece poco, pero pongamos un ejemplo: fiesta por todo lo alto este fin de semana. Mucha música... y pocas mascarillas. Resultado: 1.000 jóvenes contagiados. Si seguimos la media, habrá, al menos, 40 hospitalizados y un ingresado en UCI.

Un caso hipotético perfectamente extrapolable a los comportamientos vistos estos días, que siguen disparado la incidencia. Este domingo, Cataluña, ha vuelto a superar la barrera de los 3.000, más del doble que hace una semana. Tendencia ascendente también en Cantabria, con 129 nuevos casos. Y Navarra, que con 355 multiplica por 10 la cifra del domingo pasado.