La Audiencia Nacional ha ordenado la detención de cuatro mujeres, tres de nacionalidad española y una marroquí (viuda de un español), que en 2014 viajaron a Siria para entrar a formar parte del Estado Islámico (ISIS). Actualmente, se encuentran en dos campos de detención en territorio sirio.

Las presuntas yihadistas —Luna Fernández, Yolanda Martínez, Lubna Mohamed Miludi y Loubna Fares— tienen a 17 menores a su cargo y han sido reclamadas por "diversos delitos relacionados con el terrorismo", tal y como han apuntado fuentes policiales.

Las dos primeras se encuentran en el campo de Al Roj, al norte del país en la frontera con Turquía, y las otras dos en el de Al Hol, al noroeste de Siria. Se trata de zonas controladas por las milicias kurdo-árabes y las fuerzas aliadas de la coalición internacional contra el ISIS.

El Gobierno español lleva desde abril estudiando el caso y, a día de hoy, sigue sin decidirse acerca de la repatriacación de las mujeres y los menores, los cuales viven en condiciones extremadamente precarias y peligrosas. Este tema está siendo considerado por una comisión interministerial formada por los departamentos de Exteriores, Interior y Justicia, y coordinada por la vicepresidencia del Gobierno.

Desde Exteriores se están analizando las opciones para la repatriación, ya que se valoran diferentes circunstancias y criterios de seguridad. Además, al menos dos de ellas —Luna Fernández y Yolanda Martínez— ya están reconocidas como "peligrosas" en los ficheros policiales.

El regreso de las cuatro mujeres a España significaría su detención inmediata y su probable ingreso en prisión provisional por delitos de colaboración o integración en una organización terrorista, castigados con penas de entre seis y 12 años de cárcel. Actualmente, no existe un convenio de extradición con Siria, pero sí que hay un encargado de negocios en Beirut que se traslada a Damasco con frecuencia.

El pasado mayo, la organización Médicos Sin Fronteras denunció la situación de las 8.000 mujeres y 3.000 niños yihadistas aislados en Al Hol sin ningún tipo de atención médica. La Fiscalía española ya había pedido al Ministerio de Interior información acerca de las mujeres españolas retenidas en este campo que pedían la repatriación, ya que habían llegado a la región sin ser conscientes de lo que hacían, siguiendo a sus maridos.

Varias fuentes de la lucha antiterrorista señalaron entonces la presencia en esos informes de dos de las mujeres investigadas por la Audiencia Nacional: Luna Fernández y Yolanda Martínez, quien nació en el barrio de Salamanca, en Madrid, y se casó con Omar el Harchi, un español de origen marroquí que le introdujo al islam y ayudó a radicalizarse. “El ISIS nos dio una casa. Por fin tuvimos una situación económica estable”, declaró el pasado abril. También aseguró que su marido nunca había combatido.

No obstante, una sentencia del Tribunal Supremo ha condenado a más de 75 años de cárcel a nueve integrantes de la autoproclamada Brigada Al Andalus, con sede en Madrid, que se dedicaba a captar y adoctrinar a personas para enviarlas a Siria y que se integraran en grupos afines a Al Qaeda. Según el fallo judicial, el marido de Yolanda Martínez sí era parte del "núcleo operativo" de este grupo.