La ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, considera que la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos se ha realizado como "una cuestión de Estado que nos afecta a todos como españoles" y ha negado que responda a claves electoralistas.

En declaraciones a la Cadena SER, Delgado ha indicado que su función era de Notaria Mayor del Reino, "ver, oír y anotar aquellas circunstancias de las que tengo que dar fe", y ha subrayado que "su deber y obligación era mantener una posición muy institucional".

Delgado ha señalado que en el acto se mezclaban dos aspectos, una la parte material y la otra, la "emotiva, emocional, simbólica y significativa de lo que estábamos viviendo en ese momento". "Estamos viviendo algo que es historia, acabar con un anacronismo, con una anomalía democrática", ha añadido.

Momentos de tensión con la nieta de Franco

Según fuentes presentes en la exhumación, la nieta favorita del dictador, Merry, estuvo en todo momento con actitud provocadora dirigiéndose a la ministra, hablando de que se estaba produciendo una profanación de una tumba e incluso tomando notas y maldiciendo.

Preguntada sobre si había intercambiado alguna palabra con Francis Franco o con la familia, Delgado ha indicado que en "ese momento me he abstraído de cualquier conversación o comentario porque vivíamos un momento histórico", y ha remarcado que durante todo el acto ha seguido con una visión institucional y también con dignidad, "porque teníamos ahí una familia que iba a recoger los restos de un familiar y eso distingue a los demócratas".

"Respetamos los sentimientos, las sensaciones y además lo tenemos que hacer con dignidad porque eso nos dignifica a nosotros y al propio acto", ha afirmado.