El comedor social de San José, en el madrileño barrio de Vallecas, ha triplicado el número de personas que acuden a solicitar alimentos con motivo de la pandemia del COVID-19. En concreto, la Parroquia de San Ramón Nonato atiende cada día a 900 personas con comidas cocinadas, mientras que antes acudían 225 personas de media, unas cifras que demuestran la emergencia que vive el barrio.

"Para nosotros es una gran ayuda. Los extranjeros que no tenemos documentación tenemos que buscar ayuda", cuenta Liliana, beneficiaria de un comedor social. Por su parte, Álex dice que es "una aportación que se agradece.

16 personas preparan los menús desde las 6:00 horas

Hasta 40 voluntarios se encargan de distribuir la comida manteniendo todas las medidas de seguridad. Este domingo hay fideuá y pollo con patatas, un menú que tiene detrás de sí una historia. Todo arranca a las 6:00 horas en las cocinas del Campus de Iberdrola en San Agustín del Guadalix. Allí, 16 personas se encargan de preparar el menú.

El campus permanece cerrado, pero las cocinas han sido puestas en marcha solo para hacer estos menús. A las 11.30 horas, la comida es cargada y pone rumbo a Vallecas, donde un grupo de voluntarios lo mete en la parroquia media hora después.

En total, Iberdrola donará cada día 1.000 menús entre Madrid y Vizcaya, una donación que ayuda a mitigar los efectos de la pandemia entre las clases más desfavorecidas. "Nos ha aliviado mucho la labor de Iberdrola que nos ha asegurado durante tres meses los 1.000 menús diarios que es una maravilla poder recibirlos", ha manifestado José Manuel Horcajo, párroco de San Ramón Nonato.