Así ha sido el momento en el que la bandera española ha dejado de ondear en Kabul en un acto de homenaje celebrado por la OTAN a las tropas españolas, que finalizan así, después de 19 años, la misión más larga con el repliegue de sus últimos 24 militares, los cuales van a ser recibidos este jueves por el rey en Madrid.

En el acto de arriada de la bandera, celebrado en el aeropuerto Hamid Karzai, ha participado el comandante del Ejército estadounidense y de la coalición internacional en Afganistán, general Austin "Scott" Miller, así como el vicealmirante jefe del Estado Mayor del Mando de Operaciones español, Ignacio de la Puente Mora-Fogueroa, y el general del Mando Conjunto de Operaciones Especiales, Ángel Ramón Herrezuelo.

Con él se ha dado por finalizada la misión más larga del Ejército español, 19 años en los que, según ha expresado Defensa en su cuenta de Twitter, "se ha trabajado por la paz y la seguridad de todos".

Los últimos 24 militares destinados en Afganistán, acompañados por dos intérpretes locales, van a ser recibidos por el rey Felipe VI en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).

Está previsto que el rey, acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, los reciban a las siete de la tarde y rindan además tributo a los caídos, en un acto que cierra una misión en la que han participado alrededor de 27.000 efectivos españoles y fallecido un centenar de ellos.

El germen de la misión se remonta a los atentados del 11 de septiembre de 2001, tras los que Estados Unidos pusieron en marcha la operación Libertad Duradera en Afganistán para luchar contra Al Qaeda y los talibanes, a la que se añadió la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) aprobada por la ONU.

La participación de España se aprobó en el Consejo de Ministros del 27 de diciembre de 2001, con un máximo de 485 militares y por un periodo de tres meses, pero se fue prorrogando hasta la actualidad.

En enero de 2002 llegaron los primeros 350 españoles a Kabul, en agosto de 2003 la OTAN asumió el mando de la ISAF y dos años después España se hizo cargo de la base de la localidad de Herat, al oeste del país, y del equipo de reconstrucción provincial en la cercana Qala-i-Naw, donde estableció una base. La mayor aportación de España a la ISAF se alcanzó en 2010, tras la aprobación por el Congreso de un despliegue máximo de 1.549 efectivos.

En 2011, la OTAN comenzó a traspasar la seguridad del país a las fuerzas afganas La ISAF finalizó el 31 de diciembre de 2015 y un día después se estableció una nueva misión de la Alianza Atlántica, Resolute Support (Apoyo Decidido), enfocada al adiestramiento y asesoramiento de las fuerzas afganas.

El grueso de las tropas españolas salió del país la última semana de octubre de 2015 y permanecieron 95 militares, que redujeron su número a 24 durante la pandemia.

A lo largo de los 19 años de misión, 100 militares (entre ellos dos guardias civiles), 2 policías nacionales y 2 intérpretes que trabajaban para los efectivos españoles han fallecido en el país asiático.

La de Afganistán es así la operación que más vidas ha costado a las Fuerzas Armadas españolas, de los alrededor de 180 militares muertos en operaciones internacionales, seguida de la de Bosnia-Herzegovina, con 23 muertos.

Entre ellos se cuentan los 62 fallecidos en el mayor siniestro de la historia de las Fuerzas Armadas, el del avión Yakovlev-42, que se estrelló en Turquía con ellos a bordo regresando de Afganistán.