La pieza que investiga el espionaje a Luis Bárcenas por parte del Partido Popular recoge el atestado de la Policía Municipal sobre el asalto del falso cura al hijo y a la mujer del extesorero en su propia casa.

Guillermo Bárcenas narró que un hombre vestido de cura llamó a la puerta indicando que se quería entrevistar con él y su madre, Rosalía, para tramitar la libertad condicional de Luis Bárcenas. Sin embargo, cuando le dejaron entrar y manifestaron que no había nadie más en la vivienda comenzó a amenazarles.

Según relató el hijo del extesorero del PP, el falso cura le dijo "túmbate en el suelo o le pego un tiro a tu madre" y, posteriormente, les pidió a Victoria, la empleada del hogar, y a Rosalía Iglesias que le llevaran "al despacho" de Bárcenas. Una vez allí, les amenazó con matarlas si no le entregaban la información que solicitaba.

"Hacedme entrega de los pendrive. O me decís información que tumbe al Gobierno u os mato", les dijo. Una amenaza similar a la que lanzó a Guillermo Bárcenas, al que le dijo: "O me das la información o le doy un culetazo a tu madre y la duermo".

Tras pronunciar estas palabras, el asaltante se dirigió a Rosalía Iglesias con la intención de golpearla, pero su hijo se zafó de las bridas con las que estaba atado y, según su versión, consiguió reducirlo antes de que la agrediera. En el momento de la denuncia, Guillermo presentaba "una contusión en la frente y un arañazo", según recoge el informe.

La mujer de Luis Bárcenas y la empleada del hogar narraron los mismos hechos en la declaración, aunque esta última explicó en su relato que el asaltante se refirió a ella y le dijo "usted es de Santo Domingo, así que sabe qué es lo que va a pasar aquí". Tras lo cual amenazó a Rosalía con pegarle "un tiro" si no se callaba.

Asimismo, la mujer de Bárcenas narró que en un momento dado le pidió al falso sacerdote que dejara marchar a Victoria y a su hijo, pero este volvió a amenazar con matarlos y la empleada de la familia comenzó a ponerse nerviosa. Entonces, Rosalía Iglesias manifestó que padecía problemas de tensión y pidió que le diera una pastilla y un vaso de agua, algo a lo que accedió el asaltante.