La crisis que atraviesa España en su lucha contra el coronavirus afecta especialmente a los profesionales que trabajan a destajo para frenar la epidemia. "Si tengo que estar triste, estaré en mi habitación y al día siguiente me pondré el uniforme de enfermera", reconoce Carmina, enfermera que ha contado a laSexta cómo vive su día a día tras terminar su turno de trabajo.

Ella, procedente de Almería, viajó a Madrid para sumarse a los esfuerzos de los sanitarios para erradicar el virus. Su contrato acaba en mayo, pero intenta que su fuerza dure lo máximo posible. "Siempre tienes una llamada; alguien que te escribe un WhatsApp. Me apoyo en eso, porque sola no podría", relata. Sus apoyos son digitales.

Carmina no es la única que ha explicado a laSexta cómo abarca la situación en su tiempo libre, después de trabajar. Tanto Miguel como su mujer son médicos, y tienen dos hijas de cuatro años y medio y 20 meses, respectivamente. Por tanto, al terminar su labor en los hospitales les espera más faena en casa.

"Ellas llevan todo el día con ganas de verte, y quieren que te pongas a jugar, disfrazarnos… Llevamos esta situación con poco tiempo para la reflexión", afirma Miguel. Eso sí, antes de dedicar tiempo a sus pequeñas, recuerda la importancia de la higiene para evitar todos los riesgos posibles: "Tenemos puesto el dispensador de jabón al lado de la puerta".

Rutinas que cambian y un estrés que aumenta y que acabar mellando la salud mental de los que nos cuidan. "No sabes si vas a ser capaz de sacar adelante todo lo que te va a venir encima. Esto está provocado por esta tensión permanente, ininterrumpida, y además a unos niveles muy elevados", ha apuntado José Antonio Luengo, secretario de la Junta de Gobierno del Colegio de Psicología de Madrid.

Por eso, los psicólogos mandan un mensaje con tres consejos a los sanitarios y a todos los demás: vivir el presente cuando uno termina de trabajar, desconectar y recordar que uno puede afrontar de la mejor manera posible esta crisis.