Los reyes han visitado un zulo como en el que estuvo secuestrado José Antonio Ortega Lara durante 532 días. Un lugar cuyas medidas han sido replicadas con la máxima exactitud: 3 metros de largo, 2,5 de ancho y 1,80 de altura que, como explican desde el Memorial de las Víctimas del terrorismo, inaugurado este martes, permite recordar a la población lo que ha supuesto el terrorismo durante más de cinco décadas.

Concretamente, el zulo estaba situado en el subsuelo, bajo una máquina. Recreado para sentir y mirar lo que Ortega Lara vivió durante semanas, muestra el vaso, el plato, la camilla en la que estaba e incluso los pósters con imágenes del mar que decoraban los apenas 5 metros cuadrados donde estuvo retenido hasta su liberación en julio de 1997.

Felipe VI, que ha estado en la reconstrucción, ha querido resaltar los objetivos de la iniciativa: "La memoria es imprescindible para preservar la verdad, la dignidad y la justicia", ha expresado.

Y más allá del hueco en el que Lara estuvo secuestrado, el centro memorial supone toda una recopilación de los elementos de los años del terror en España: rifles, escopetas... Hasta una bomba que se pensaba colocar en un vehículo para hacerlo explotar, común en el terrorismo de ETA.

También se pueden ver otras armas incautadas, las cartas de extorsión a los empresarios, donde se advertía de que o pagaban 10 millones de pesetas o pasarían ser objetivos de la banda. Y las notas de los seguimientos que ETA realizó a algunos de sus objetivos: en papel amarillo, desgastado, se pueden leer apuntes las características físicas, coches que tenían y rutinas diarias.

No obstante, en el memorial no solo se habla de la banda terrorista, sino también de la extrema derecha y del terrorismo yihadista. Imágenes de los asesinados en la matanza de Atocha, los asesinados por los GAL o los GRAPO. Incluso parte de los objetos que se depositaron en los andenes del 11M en Madrid o el monopatín con el que Ignacio Echeverría se enfrentó a los terroristas en Londres, evitando que un policía inglés muriera.

"Los asistentes conozcan cada experiencia vital de las víctimas, que sepan las consecuencias reales de la violencia", explica a laSexta Florencio Domínguez, director del Centro Memorial. En definitiva, un repaso a los atentados que recoge fotos de las víctimas de ETA, pero también de otros atentados.

"Es la combinación de emoción e información imprescindible para que la gente sepa más", apunta Raúl López Lomo, comisario de la exposición. Para que la memoria, verdad, justicia y dignidad perduren siempre, recalcan.