El sumario del Caso Mediador describe cómo se realizaban los pagos de empresarios canarios a los presuntos cabecillas de la trama, entre ellos el exdiputado del PSOE Bernardo Fuentes. Los integrantes estaban obsesionados por demostrarse unos a otros el dinero que conseguían sacarle a los empresarios: les mandaban fotografías de los fajos de billetes y pantallazos de las transferencias.

Algún empresario llegaba a decir que les han dejado la cuenta tiritando. "Estoy pelado después de Madrid. Me quedan 12 euros", dice Montsdeoca García.

Los cabecillas preferían el efectivo porque los excesos les pasaban factura y podían no dar con el número de cuenta correcto. Hacer facturas falsas también era un quebradero de cabeza.

Según el sumario policial, los cabecillas de la trama regalaban queso y vino para engrasar a los empresarios y que picaran. Tampoco se cortaban al decirles cuánto cobraban por sus servicios, aunque a veces utilizaran metáforas: "50.000 palomas, en cuenta bancaria".

Aunque la jueza sospecha que el dinero del general podría encontrarse en Bélgica y ha tramitado una orden de investigación europea para encontrar ese dinero. De acuerdo con el sumario, el general coaccionaba a los ganaderos a pagar las comisiones impuestas o el Seprona les pondría una multa.