17 de febrero. Isabel Díaz Ayuso comparece ante los medios de comunicación acusando a Pablo Casado y a su equipo de haberla espiado por una presunta comisión que su hermano habría cobrado tras adjudicarle un contrato de mascarillas en los días más duros de la pandemia.
"Nunca pude imaginar que la dirección nacional de mi partido iba a actuar de un modo tan cruel y tan injusto contra mí", dijo entonces la presidenta de la Comunidad de Madrid. Al día siguiente, Casado sacaba a la palestra la expresión "tráfico de influencias", una entrevista que abrió una guerra interna sin precedentes.
Lluis Orriols comenta en el vídeo que ese cruce de declaraciones fue el detonante de "una crisis estructural de liderazgo, no de partido". Pese al calor de otros líderes en los primeros momentos a Casado, esas palabras fueron tornándose a un tono contra el líder del PP.
La tensión llegó a la calle. El PP estaba en el punto de mira, prácticamente no se hablaba de otra cosa. y ni el cierre del expediente que habían abierto a Ayuso calmaba los ánimos. Casado resistía, pero el ahora presidente del PP reclamaba "cambios" y "nuevas etapas". Un mes y medio después, Feijóo es ya el nuevo presidente del Partido Popular.