Contenedores marítimos que abandonan el puerto para convertirse en viviendas, es el nuevo proyecto social del Ayuntamiento de Barcelona. Ya ha instalado los primeros módulos en uno de los tres solares donde van a ir destinados. "Hay calefacción y refrigeración, si yo tuviera uno...", comenta una mujer.

En total levantarán tres edificios darán cabida a 92 alojamientos con estas características donde podrán vivir 250 personas en situación de vulnerabilidad.

"Con la inversión en los contenedores, la adaptación con madera e implementación de infraestructuras, me parecer bien", apunta una joven.

Estudiantes de Ámsterdam ya disfrutan de estas viviendas y en Johannesburgo todo tipo de familias. En Copenhague hay algunas instaladas sobre el propio mar, permiten, sin salir de casa, darse un chapuzón.

Algunos colectivos cuestionan la iniciativa

No obstante, algunos colectivos creen que hay que apostar más por otras fórmulas para garantizar el derecho al a vivienda. "Queremos que se regularice el derecho a la vivienda a través de una regulación del mercado inmobiliario, como existe en otros países de Europa", denuncia Javier Gil, portavoz del Sindicato de Inquilinos.

El Ayuntamiento de Barcelona subraya que este proyecto no sustituye los de vivienda social que tiene en marcha, tan sólo los complementa.