El Ministerio del Interior ha ordenado la flexibilización gradual de las medidas adoptadas en las prisiones frente al coronavirus. Así el ministro Fernando Grande-Marlaska ha establecido, entre otras medidas de desescalada, la reanudación de las comunicaciones ordinarias o el regreso progresivo de las salidas de permiso y las salidas programadas. Estas dos medidas se aplicarán en territorios que se encuentren en fase 1 o 2 de desescalada.

La flexibilización de las medidas será "paulatina y gradual" y, apuntan, tiene como objetivo "acomodar el ámbito penitenciario al proceso gradual de las medidas acordadas para la protección de la salud y contención del virus".

Otra de las medidas aprobadas es la posibilidad de que los internos clasificados en tercer grado o que tengan aplicado el régimen de flexibilidad que se hallen destinados a centros de inserción social, secciones abiertas o centros ordinarios, puedan salir para la realización de las actividades.

Estos internos deberán adaptarse a los protocolos establecidos cuando regresen a la prisión y en cualquier desplazamiento deberán respetarse las recomendaciones y obligaciones dictadas por las autoridades sanitarias.

También se permitirán los traslados de los internos cuando sean solicitados por las autoridades judiciales, los traslados por razones sanitarias y aquellos que por circunstancias se requieran, según sean las indicaciones sanitarias.

Otra de las medidas adoptadas será la reanudación de las actividades educativas, formativas, terapéuticas, deportivas, culturales y religiosas en el interior de los centros penitenciarios, en función de la situación de estos y de las medidas que se puedan ir adoptando por las autoridades sanitarias competentes.

A pesar de la aplicación de estas medidas de desescalada, el Ministerio recuerda que estas medidas "podrán revertirse si la situación epidemiológica así lo aconseja, de forma global o individualizada para uno o varios centros penitenciarios".