El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha replicado este martes a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) que una Declaración Unilateral de Independencia (DUI) "no serviría de nada ahora mismo" si no va acompañada de reconocimiento internacional.

"No es una cuestión de proclamarla y ya está", ha dicho en una entrevista de Cataluña Ràdio recogida por Europa Press, después de que la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, pidiera a ERC y Junts negociar para la investidura el reconocimiento del resultado del 1-O por parte del Estado.

Aragonès también ha respondido a la petición de Feliu al Govern de que o declaren la independencia o convoquen elecciones: "Pues independencia, que es en lo que trabajamos. Pero la independencia no se hace solo deseándola mucho". En ese sentido, ha sostenido que precisamente en 2017 con el 1-O se "visualizaron las limitaciones" de una declaración unilateral, mientras que ahora cree que existe la oportunidad de negociar con el Gobierno. En paralelo --ha defendido-- siguen trabajando para lograr "más apoyos internos" e internacionales a la causa independentista.

Una lista cívica

Sobre la propuesta de la ANC de impulsar una lista cívica, ha asegurado que cualquier ciudadano es libre de presentarse a las elecciones, aunque ha avisado: "No sé si lo que le conviene al movimiento independentista es incrementar el número de candidaturas".

Preguntado por los gritos contra el Govern que se escucharon en algunos puntos de la manifestación, ha dicho que fueron "episodios muy aislados" y ha celebrado el carácter festivo y familiar de la protesta, en la que este año participó tras ausentarse en 2022.

Aragonès ha explicado que en la marcha no coincidió con la sección de Aliança Catalana --partido de la alcaldesa de Ripoll (Girona), Sílvia Orriols--, un espacio político con el que no quiere "compartir nada". "No tenemos nada que compartir, porque la independencia no es una finalidad, sino una herramienta para construir un país mejor. El país mejor que yo quiero construir en ningún caso puede ir de la mano ni es el país que pueden construir opciones de extrema derecha", ha dicho.

Defiende la estrategia de negociación

Aragonès ha defendido la estrategia de negociación con el Gobierno impulsada por ERC, de la que surgieron tanto los indultos como la reforma del Código Penal para eliminar la sedición y reformar la malversación, ha destacado.

"A alguien le parecerá algo menor. No me parece menor. Se ha dicho que son soluciones personales, ¿perdone? No era una cuestión personal, porque mucha gente salimos a la calle" para pedir la liberación de los condenados por el 1-O, ha dicho.

Aragonès hacía referencia a críticas de líderes de Junts como el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, quien aseguró que rechazó las "soluciones personales" en forma de indulto que le propusieron dirigentes del PSOE, según él, si regresaba a España y aceptaba una condena por el 1-O.

Este mismo lunes, la presidenta de Junts, Laura Borràs, insistió en que su formación negociará la amnistía "con mentalidad de país" y no de partido para lograr una solución política y no personal, al ser preguntada por el hecho de que Òmnium no la incluya en la lista de personas a las que proponen amnistiar.

Cruce de acusaciones con Junts

Casi un año después de que Junts saliera del Govern, Aragonès ha celebrado que ahora hay "una coincidencia nueva que antes no estaba", tras la disposición del partido de sentarse a negociar sobre la investidura del candidato socialista, Pedro Sánchez, a cambio de una amnistía.

Ha dicho que le gustaría que Junts diera estabilidad al Govern, auque cree que no están "en esa situación", y ha reiterado que la intención del Govern de ERC es agotar la legislatura hasta febrero de 2025.

También ha subrayado que querría contar con Junts para los Presupuestos de la Generalitat de 2024, al igual que han llegado a acuerdos con ellos --y junto a comuns y PSC-- en acuerdos legislativos en materia de lengua y frente a la sequía.