A sus 96 años, Araceli Hidalgo ha alcanzado el estrellato. Y lo ha hecho gracias a ser la primera persona en España en recibir la ansiada vacuna frente al COVID-19. Este lunes está marcado en rojo en el calendario: hoy recibe la segunda dosis que garantiza la inmunidad ante el coronavirus.

Tres semanas después, desde hoy comienzan a administrarse los pinchazos definitivos en todo el territorio nacional contra la pandemia, después de que este domingo ocho regiones se adelantasen y empezasen a administrar la segunda dosis.

Lo confirmó el pasado martes el ministro de Sanidad desde La Moncloa: "El objetivo es que esta semana todas las residencias hayan recibido las vacunas. Y que el próximo lunes Araceli reciba ya la segunda dosis y empecemos a inmunizar al resto", afirmó Salvador Illa.

Si bien el Gobierno ya tuvo preparado a finales de noviembre su plan de vacunación, justo un mes antes de que comenzaran a administrarse los sueros, el proceso no ha estado exento de críticas. A día de hoy, según los últimos datos oficiales publicados el viernes, España ha administrado dos de cada tres pinchazos disponibles.

Sin embargo, el arranque en plenas festividades navideñas ha dificultado mucho la campaña de inmunización. Las primeras dosis llegaron entre bombo y platillo, pero las Comunidades Autónomas no pusieron todos los recursos encima de la mesa para asegurar su despliegue.

90.000 inyecciones diarias

De las 1.139.400 vacunas recibidas (1.103.700 de Pfizer/BioNTech y 35.700 de Moderna), se han pinchado 768.950 dosis. Cada día en España se administran más de 90.000 inyecciones, aunque esto todavía no alcanza la "velocidad de crucero" anticipada por el titular de Sanidad.

Según el último informe de vacunación publicado por el Ministerio, Melilla es la comunidad que mejor ha dosificado sus sueros: ha aplicado el 102,5% de las recibidas. El número tiene sentido y no es un error: los sanitarios han comprobado que de cada vial se pueden extraer seis dosis y no únicamente cinco. Los datos del Ministerio toman como referencia estas cinco vacunas por recipiente, por lo que el porcentaje supera el 100%.

Al otro lado, en el de las menos cumplidoras, Euskadi no llega a administrar la mitad de las dosis recibidas (46,2%), seguido de Navarra (51,1%) y Madrid (51,2%).

¿A qué responde esta vacunación tan lenta? Hay varias razones: falta de estructura sanitaria, en el caso de algunos, en tanto que comunidades como País Vasco aseguran estar reservando las dosis destinadas a la segunda dosis, por si se dan fallos en la distribución que impidan administrarlas con nuevas remesas.

Lo que sí es cierto es que las CCAA que menos han vacunado van a disponer de menos sueros en el futuro: el Ministerio de Sanidad va a repartir más dosis a las que las hayan administrado en mayor cantidad. ¿El motivo? Un problema de suministro por parte de Pfizer, que va a ralentizar los envíos comprometidos en las próximas semanas a todos los países europeos.

Así se lo ha transmitido el Gobierno a los Ejecutivos autonómicos a través de una carta, donde aseguran que el reparto de este lunes "además de responder a criterios equitativos" tendrá también en cuenta "el ritmo de vacunación de la primera semana, con el fin de que todas las Comunidades tengáis dosis suficientes para, al menos, administrar las segundas dosis a los vacunados durante la primera semana".

Según fuentes del Ministerio a laSexta, no es una cuestión de priorizar a las que hayan vacunado de manera más eficaz: "Los criterios siguen siendo equitativos pero se aseguran las segundas dosis en las CCAA en las que se han puesto las primeras".

La clave de la segunda dosis

Las dos vacunas autorizadas en Europa y que se están inyectando en España requieren de dos dosis. La inmunidad total solo se consigue siete días después, tanto en el caso de Pfizer como en el compuesto de Moderna. Es decir, Araceli Hidalgo no tendrá anticuerpos preparados para defenderla al 100% del SARS-CoV-2 hasta el lunes que viene.

Es esta la razón por la que la vacunación no supone lanzar las campanas al vuelo: hasta el 25 de enero no habrá ciudadanos totalmente protegidos del COVID-19.

De ahí que en estos días salgan a la luz casos de ancianos y personal de residencias vacunados contra el COVID-19, pero que han sido infectados.

Es el caso de una residencia en Calvià (Mallorca), donde se ha detectado un brote de 55 ancianos y 14 trabajadores. O el de dos residencias de Almería, donde hay al menos una docena de residentes y cuatro empleados contagiados.

¿Conviene entonces retrasar la segunda dosis e inmunizar al máximo de población? La primera inyección solo aporta un 52% de eficacia. Es decir, una de cada dos personas se infectará si solo cuenta con medio tratamiento.

Países como Alemania o Bélgica lo han estudiado, pero han descartado la opción. La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) desaconsejó esta práctica, ya que supondría una pérdida de eficacia del suero.

¿Quién sigue a los sanitarios?

Si bien los grupos prioritarios han sido los ancianos en residencias o los trabajadores sanitarios en primera línea frente al virus, todavía queda tiempo hasta que la vacuna llegue al común de la población.

El Gobierno estableció 15 grupos de vacunación y tres fases para el suministro de dosis. En la primera, cuando menos dosis hay disponibles por razón de producción, el Ejecutivo priorizó a los colectivos que están recibiendo las inyecciones en la actualidad.

En la segunda y tercera fases, conforme haya más disponibilidad de sueros, se incluirá al resto de grupos: personas con condiciones de riesgo, colectivos y con evidencia científica; personas que viven o trabajan en entornos cerrados; personas vulnerables por situación socioeconómica; personas con trabajos esenciales; personal docente; población infantil; población adolescente; conjunto población adulta; población en zonas de alta incidencia o brotes; embarazadas y madres lactantes y personas que ya son inmunes, con anticuerpos.

¿Cuál es el orden? Eso depende del Ministerio, que a día de hoy no ha dado más datos del calendario.