Los Mossos d’Esquadra han retirado una serie de muñecos colgados como si estuvieran ahorcados en puentes de las carreteras C-17 o C-25. En ellos figuraba un distintivo diferente: uno vinculado a ERC, otro a Junts per Catalunya y otro a la CUP. Sobre estos muñecos ha aparecido también una pancarta con un mensaje amenazante: "52%. Queremos la independencia. Primer aviso".

La acción no ha sido reivindicada por ningún colectivo, pero en ella se ha indicado que en los últimos comicios autonómicos las fuerzas independentistas sumaron más de la mitad de los sufragios. Por ello, exigen a los partidos que lleven a cabo lo que prometían.

Este hecho recuerda a otro acontecido en 2017, cuando varios muñecos aparecieron colgados boca abajo en las localidades de Vic y Tona, pero esta vez con los distintivos de PP, PSC o Ciudadanos. Cabe recordar que ese año el conflicto independentista vivía momentos de máxima tensión, pues ese mismo año se celebró el referéndum de independencia que acabó con políticos fugados y apresados.

Ramón Espalder, secretario general del partido Units per Avançar, ha lamentado el suceso ha afirmado que "en una democracia no hay espacio para las amenazas". Además, ha rememorado lo sucedido en Vic y Tona, mostrando su "rechazo más radical".

Igualmente ha querido condenar lo sucedido Raúl Moreno, diputado y portavoz adjunto del PSC en el Parlamento de Cataluña. En su Twitter personal ha aseverado que hay "amenazas que van más allá de la protesta" y ha lamentado la crispación generada: "Cuanta maldad hemos sido capaces de crear en Cataluña. Necesitamos cambiar".