El escrito de acusación de la Fiscalía , al que ha tenido acceso laSexta, es tajante: "Se ideó una ilícita operación policial de inteligencia dirigida a obtener información y pruebas materiales que pudieran resultar incriminatorios para el Partido Popular y sus máximos dirigentes".

A lo largo del escrito, se describen situaciones concretas para conseguirlo, como cuando el excomisario García Castaño, que está encausado, entró en el taller de pintura de Rosalía Iglesias, la mujer de Bárcenas, utilizando la información que le facilitó el chófer del extesorero "relativa a la alarma, las puertas de acceso o la distribución".

Y es que la trama sospechaba que en ese local "podían encontrarse los archivos de audio correspondientes a conversaciones mantenidas con dirigentes del Partido Popular, como su presidente Mariano Rajoy o Javier Arenas, y que Luis Bárcenas sugería que había grabado".

De esta forma, pretendían hacerse con con esos audios, relacionados con el caso Gürtel, y evitar que pudieran perjudicar, hipotéticamente, al expresidente del Gobierno. Sin embargo, no consta que lograran hacerse con nada.

En este sentido, el seguimiento a Bárcenas, cuenta el escrito, se extendió también a internos de la prisión de Soto del Real: "Bárcenas contactó con un interno que contaba con conocimientos en informática y al que llegó a encargar el borrado de archivos de audio con conversaciones que decía haber mantenido con Mariano Rajoy y con Javier Arenas relativas a fondos manejados por el Partido Popular de procedencia ilícita; controlaron todos los movimientos del interno".

Según el escrito, el encargo se iba a realizar durante un permiso, aunque no consta que pudiera ejecutarlo, ya que fue detenido por una inexistente causa judicial pendiente.