El Gobierno ha dado el plan de Semana Santa por acordado con cierres perimetrales de todas las comunidades, el toque de queda a las 22:00 horas y un límite de cuatro personas en las reuniones sociales. Si bien, ya son varias comunidades la que han alzado la voz para posicionarse en contra.

Desde los Ejecutivos autonómicos de Madrid, Galicia o Andalucía recuerdan que estas medidas tienen que ratificarse en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que se celebrará el 10 de marzo. "El documento no es vinculante, y el Ministerio lo publicitó con éxito cuando tiene que pasar por todos los sectores", ha señalado el consejero de Salud andaluz, Jesús Aguirre.

A lo que sí se muestran partidarios en la Junta de Andalucía es a mantener el confinamiento perimetral en Semana Santa porque, en palabras de su presidente, "estamos en un momento meseta y hay que ser prudentes. Sin embargo, su consejero abre la puerta a permitir la movilidad entre provincias "si los expertos lo recomiendan".

Andalucía defiende que las medidas tienen que ratificarse en la próxima Interterritorial

Galicia, por su parte, se mostró partidaria de que las reuniones sociales puedan ser de seis personas, y no de cuatro como indica Sanidad. También votó en contra de los cierres perimetrales y de que los estudiantes no vuelvan a casa porque, aseguran, "en las universidades se están haciendo cribados". En cuanto al toque de queda nocturno, consideran que hay que continuar analizándolo.

Más contundentes se muestran desde Madrid, que se oponen frontalmente a las restricciones de movilidad nocturna, a los cierres perimetrales y a los aforos en las reuniones sociales. Según ha indicado el viceconsejero de Salud Pública, creen que confinar la región sería un error porque aumentaría "la movilidad dentro de la Comunidad"y esto podría ser peligroso en una "provincia no muy grande con siete millones de personas".

Asimismo, desde el Ejecutivo madrileño no ven con buenos ojos que se adelante el toque de queda a las 22:00 horas ni que se reduzcan las reuniones sociales en espacios públicos porque, aseguran, "los contagios se están dando en los domicilios". Si bien, instan a esperar a la próxima Interterritorial para tomar que el consejero de Sanidad se pronuncie al respecto.

Baleares pide que los archipiélagos no entren en los confinamientos, mientras Cataluña se opone a las reuniones de cuatro personas

Por su parte, el Govern balear considera que sí que hay que imponer cierres en las "comunidades autónomas peninsulares", pero defiende que los archipiélagos se mantengan abiertos con las medidas que tienen hasta ahora porque ya "se realizan controles estrictos en las llegadas".

El Ejecutivo catalán también cree que es necesario cerrar las autonomías en Semana Santa para restringir los movimientos por el territorio nacional, pero no está de acuerdo con la limitación de las reuniones sociales a cuatro personas. En este sentido, defienden que puedan ser de seis y consideran que son ellos los que tienen que "regular esta cuestión".