El Ayuntamiento de Madrid sancionará con multas de hasta 3.000 euros a las personas que soliciten servicios sexuales en la calle. También se multará hasta la misma cantidad a quienes promuevan esta actividad, los proxenetas, mientras que se excluirá de cualquier castigo a quienes ejerzan la prostitución por considerar que en un altísimo porcentaje se trata de personas explotadas.

Éste y otros motivos aparecen recogidos en la futura Ordenanza de Convivencia Ciudadana en el Espacio Público de la ciudad de Madrid, que ha sido presentada en su fase de borrador por la delegada madrileña de Familia y Servicios Sociales, Dolores Navarro.

El Gobierno de Ana Botella quiere regular en esta ordenanza todas las conductas que puedan “afectar al espacio público como lugar de convivencia y civismo”. Para el Ayuntamiento, eso incluye desde la prostitución y la mendicidad hasta la acampada en la calle, la limpieza de parabrisas en los semáforos o los 'gorrillas' que cobran por aparcar.

Por primera vez se prohíben las cundas o taxis de la droga y entra en aspectos tan aparentemente inocentes pero que pueden llegar a ser peligrosos como el uso de monopatines o la colocación de macetas en alféizares y balcones.

La ordenanza, que derogará definitivamente la de Policía y Buen Gobierno aprobada en la posguerra (1948), podría estar en vigor en los primeros meses de 2014.

La nueva normativa prevé un régimen sancionador con multas de hasta 750 euros para las infracciones leves, que se pueden sustituir por servicios a la comunidad a través del voluntariado; de 1.500 para las graves y de 3.000 para las muy graves.