Se ha convertido en la chica del momento. Amy, Zoe o como quiera llamarse. La columnista fantasma que cobraba 3.000 euros por artículo en la Fundación Ideas, es mucho más: "Soy una persona de lenta maduración, las obras que empiezo las acabo", afirma.

Obras como los cortometrajes creativos y por algunos de ellos se llevó subvenciones del Gobierno por más 100.000 euros. Mucho dinero a cambio de versatilidad pasmosa. Lo mismo es una chica romántica, que una ladrona rebelde que acaba dentro de una lavadora.

Y por otro corto la subvención ascendió a 63.000 euros, aunque según confiesa, "no tiene mucho argumento porque es un corto descriptivo". Supuestamente describe la vida de una niña que se sugiere lesbiana en un colegio de monjas.

Pero la mujer del ya exdirector de la fundación del PSOE tiene tantas facetas como nombres. También es cantante. Formó un grupo con su hermano, con el quería saltar a la fama, y con el que grabó unos videoclips en Nueva York con factura a la Fundación ideas: "La inspiración viene y se va, pero hay que estar ahí".

Le iba tan bien como directora, cantante y escritora que en algunas facturas que pasó a la Fundación Ideas hasta echó mal las cuentas.

Pero hay una faceta más: directora del Instituto Cervantes de Suecia. No llegó a estar ni un año en el cargo, ya que fue destituida por no dar la talla, eso sí, después de cobrar otros 100.000 euros.