Álvaro de Orleans se ha desvinculado de la última regularización del rey emérito con Hacienda, en la que abonó 4,4 millones de euros al fisco por los pagos de determinados viajes y servicios por parte de la Fundación Zagatka.

Los representantes legales de Orleans han defendido que él constituyó la sociedad mencionada para "gestionar a nivel administrativo y financiero" su patrimonio y "materializar su ayuda a la Casa Real española". Si bien, deja claro que "no es ni el testaferro ni el fiduciario" del rey y que los fondos de Zagatka no pertenecen al exjefe del Estado.

"Álvaro de Orleans puso voluntariamente a disposición de Juan Carlos I ayuda financiera a través de la Fundación Zagatka para la atención de gastos de viaje. El hecho de que ahora el rey haya regularizado su situación tributaria no significa, en absoluto, que la fundación o sus fondos fueran de su propiedad", reza en el comunicado emitido por su defensa.

Orleans también se ha referido a la misiva que envió el abogado del monarca, Javier Sánchez-Junco, en la que destacaba lo siguiente: "Esta autoliquidación se corresponde con las rentas derivadas de la asunción, por la Fundación Zagatka, de determinados gastos por viajes y servicios realizados por S.M. de lo que podrían derivar determinadas obligaciones tributarias que han quedado regularizadas".

En este sentido, los abogados de Orleans han indicado que la defensa del emérito "no afirma que este haya prestado servicios a Zagatka", sino que "los servicios a los que se refieren forman parte de los gastos de viaje".

La defensa finaliza este escrito asegurando que su cliente "no ha recibido citación de ningún tipo por parte de autoridad alguna" ni "está siendo objeto de ningún procedimiento penal en Suiza, España o cualquier otro país".