Federico Rubio, adjunto a la Dirección General de Tributos dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, ha confirmado durante su declaración en el juicio del caso Nóos que desde principios de los años noventa hasta 2010 se encargó de confeccionar las declaraciones del IRPF y de Patrimonio de la infanta Cristina, mientras que realizó la misma función con Iñaki Urdangarin entre 1997 y 2001.
Tal y como ha puesto de manifiesto en su comparecencia como testigo, Rubio ha manifestado que si efectuaba esta labor se debía a un "compromiso personal mío", recalcando que "nunca se me remuneró por ello". "Les ayudaba como si puedo ayudar al portero o a la amiga de mi hijo", ha incidido Rubio.
El nombre de Rubio ha trascendido en varias ocasiones durante los primeros meses del juicio. Urdangarin manifestó durante su declaración que el IRPF de la infanta lo elaboraba Rubio, asesor que "venía por parte de la casa del rey" y quien, según manifestó por su parte el exsocio de Urdangarin, Diego Torres, era la persona que desde la Agencia Tributaria supervisaba periódicamente las actividades del Instituto Nóos.
Durante su interrogatorio, Rubio, quien ha manifestado tener una "amistad cordial" con la infanta y su marido, ha aseverado no haber tenido "en absoluto" relación alguna con el Instituto Nóos y tampoco con el resto de sociedades que formaban parte del conglomerado empresarial impulsado por Urdangarin y su exsocio Diego Torres.
El testigo ha insistido en que la "única acción" que ha realizado con el matrimonio ha sido la confección de sus declaraciones de IRPF y de Patrimonio y su presentación ante la Agencia Tributaria. Según ha precisado, era el entonces secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga, quien le proporcionaba los datos de cara a la tributación de los impuestos y, en alguna ocasión, si faltaba alguna información, "me dijo que me pusiera directamente con Iñaki".