Después de 32 años en política, 20 de ellos al frente de responsabilidades orgánicas e institucionales, Rus fue suspendido de militancia y apartado de la presidencia del PP de la provincia de Valencia el pasado mayo, a tan sólo 22 días de unas elecciones municipales en las que el PP perdió su alcaldía, la de Xàtiva.
El 'caso Imelsa', en el que desde julio de 2014 se investigaba una supuesta trama corrupta de cobro de comisiones en esta empresa pública de la Diputación de Valencia encargada de gestionar actividades forestales o medioambientales, fue el detonante que llevó a Rus a ser apartado de la política.
Unas grabaciones conocidas en el marco de esa investigación, en las que supuestamente contaba dinero de comisiones -los ya famosos "dos millons de peles" (dos millones de 'pelas')- llevaron al PP a suspenderle de militancia por el "deterioro público" de la imagen del partido, y pocos días después abandonó temporalmente la presidencia de la Diputación, a la que ya no volvió.
En sus pocas declaraciones públicas desde entonces, Rus aseguró que esa grabación era "mentira total", que había un "complot" contra él, que en su vida se había dedicado a ser "honrado y trabajador" y que era "incapaz de meter la mano en ningún sitio", además de anunciar una rueda de prensa para contarlo todo tras las elecciones, que nunca ofreció.
Hasta llegar aquí, Rus, nacido en Xátiva (Valencia) hace 65 años, acumulaba un bagaje político de veinte años al frente de la alcaldía de su ciudad natal, gracias a cinco mayorías absolutas que intentó revalidar en los comicios locales del pasado mes de mayo, que el PP perdió en esa localidad de 30.000 habitantes.
A esa responsabilidad municipal había sumado en 2004 la presidencia del Partido Popular de la provincia de Valencia y en 2007 la presidencia de la Diputación de Valencia, mientras que la pasada legislatura ocupó un escaño en Les Corts Valencianes.
Este empresario valenciano, que en un principio se dedicó a la música, luego se hizo promotor de conciertos, pasó al comercio de electrodomésticos y finalmente presidió una mercantil del mueble, comenzó con 33 años en política, en la que fue progresando con un discurso populista y en ocasiones alejado de la línea oficial del PP.
Para la posteridad han quedado frases suyas, como cuando llamó "gilipollas" a los profesores que decían expresiones valencianas "aleshores" y "gairebé" -por las que fue juzgado y absuelto de un delito de injurias-, o como cuando prometió a los vecinos de Xátiva que si le votaban haría llegar la playa hasta esa localidad y luego les llamó "burros" por creérselo.
También llegó a prometer que si le votaban tendrían un Ferrari, como el que él se compró antes de entrar en política, y su estilo desenvuelto le llevaba a reirse de su propia estatura, hasta el punto de que en algún mitin electoral no dudó en pedir un cajón al que subirse para llegar bien a los micrófonos.
En paralelo, nunca se alejó del deporte, pues presidió el club de fútbol de su ciudad natal, el Olímpic de Xátiva, e incluso intentó presidir el Valencia CF, algo que intentó sin éxito tanto en 1997 como el año pasado. Una denuncia de Esquerra Unida sobre presuntas irregularidades en Imelsa presentada ante la Fiscalía, que a su vez la llevó a un juzgado de Valencia, desencadenó que finalmente este "verso suelto" del PPCV fuera apartado de sus responsabilidades en el partido, y que hoy haya sido detenido.