Última reunión de Pedro Sánchez con los grupos políticos. Turno para los representantes del PNV. A ellos se dirigía Sánchez con el diálogo como argumento principal para formar gobierno.
"Creo que hay mimbres para construir una alianza progresista que es lo que esperan los españoles", ha dicho el secretario general del PSOE. Pero contra esa alianza ha cargado el socialista Alfonso Guerra. El objetivo principal de sus críticas sin tapujos es el partido de Pablo Iglesias.
"Son niños malcriados que confunden la novedad con la mala educación se permiten, como una pataleta infantil, identificar al PSOE con el búnker", ha criticado el exdiputado del PSOE. Desde el País Vasco, Guerra ha arremetido contra la formación morada, que culpó al PSOE de formar un búnker con PP y Ciudadanos.
"Cuando les oigo hablar de búnker pienso que alguien tiene que ponerse en pie y recordar que gentes como ellos pervierten las palabras y terminan instalando un gulag en la sociedad democráticas", ha precisado Guerra.
Con un discurso más reservado, Sánchez templa los ánimos y tiende su mano al diálogo sin líneas rojas. "Nosotros tenemos la puerta abierta, le pido a Iglesias que reconsidere la posición y dejemos a un lado los vetos", ha señalado el líder socialista.
Desde su partido son conscientes de esas advertencias pero confían en que la negociación desemboque en un gobierno reformista.