La nueva ejecutiva del PSC, que de nuevo encabezará Miquel Iceta, marca un punto y seguido en la línea ideológica, pero introduce un cambio: los alcaldes y alcaldesas dejan de ser los protagonistas de la comisión permanente y ceden paso a otros militantes sin tanta carga de trabajo en el territorio.

En el núcleo duro, se han confirmado los nombres que ya avanzó el primer secretario hace unos días: la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, será la presidenta; la portavoz parlamentaria, Eva Granados, ejercerá de 'número dos', y Salvador Illa seguirá como secretario de organización y asumirá también la acción electoral.

Algunas de las nuevas caras del comité de mando del PSC serán el federalista Quico Trillas, que se queda con Economía; los diputados del Parlament Raúl Moreno (políticas sociales e igualdad) y Esther Niubó (Educación), mientras que también entra la responsable de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona Rosa Alarcón (transición ecológica) y el exconcejal de Cerdanyola del Vallès Olivié Bayón (formación).

La ausencia de pugnas de liderazgo o corrientes críticas dentro del PSC ha dado libertad a Iceta para definir una ejecutiva con personas de su círculo de confianza; en el anterior congreso, en 2016, se hizo un ejercicio de equilibrios para integrar a quienes habían hecho campaña por Núria Parlon.

Precisamente, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet es uno de los nombres que vuelve a ganar relevancia en la ejecutiva, en la que también se premia a otros alcaldes que obtuvieron buenos resultados en las elecciones municipales de mayo, como el de Badalona, Àlex Pastor, o la de Sabadell, Marta Farrés.

Fuentes socialistas han explicado que, aunque entre los secretarios nacionales hay muchos alcaldes y alcaldesas, la idea de Iceta es que estos desempeñen un papel más secundario al que han tenido hasta ahora y que sean otros miembros quienes lleven el peso de la dirección del partido.

De este modo, indican las mismas fuentes, se quiere dar más tiempo a los alcaldes para que se centren en sus responsabilidades locales, y a la vez se pretende dar visibilidad a otras caras y premiarles por el trabajo hecho hasta ahora desde otros ámbitos. Ejemplo de ello son la diputada Sonia Guerra, que deja el área de formación y asume políticas feministas; o Laura Ballarín, que se ocupará de política europea e internacional.

Entre los secretarios nacionales que siguen figuran la alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, Lluïsa Moret, muy valorada dentro del partido, y el alcalde de Mataró, David Bote, entre otros.