Marimar Blanco, actual diputada del PP en la Asamblea de Madrid, podrá intervenir en el homenaje que se celebra en la localidad vizcaína de Ermua por el 25 aniversario del asesinato de su hermano, Miguel Ángel Blanco, a manos de ETA. Así se lo ha comunicado el alcalde tras recibir una carta en la que Blanco denunciaba que no la dejaban hablar.

En la carta que ha enviado al regidor Juan Carlos Abascal Cardás, de la que ha remitido copia tanto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como al lehandakari, Iñigo Urkullu, Marimar Blanco exigía una rectificación que le permita tomar la palabra en el acto. El evento se celebrará el próximo domingo en Ermua y a él asistirá el rey Felipe VI.

Asegura Blanco en la misiva que, tras el asesinato de su hermano, edil del PP en Ermua, "jamás había tenido que perseguir altavoces de ningún tipo", pero agrega que en esta efeméride ve "justificado y necesario" dirigirse al auditorio en representación de su familia y de la Fundación Miguel Ángel Blanco.

Además, argumenta que las explicaciones del alcalde de Ermua a través de conversaciones telefónicas sobre que la intención es "homenajear a todas las víctimas de ETA" no le resultan "convincentes". Denuncia que "a ninguna (víctima) se le ha ofrecido hablar" y recalca que el próximo domingo el atentado terrorista que se recuerda es el que se llevó la vida de su hermano y dio origen al "espíritu de Ermua".

"Resulta incomprensible la negativa a que pueda expresarme durante el acto, en libertad y con el mismo respeto con el que siempre como su familia hemos actuado desde que lo mataron (...) Me resulta imposible explicar por qué no voy a poder pronunciar un breve discurso el día que se cumplen 25 años de la muerte de mi hermano, en el mismo pueblo donde le asesinaron", agrega.

Tras pedir al regidor de Ermua que reconsidere su decisión respecto a un acto que se celebra en el pabellón que lleva el nombre de su hermano, este ha rectificado. El mandatario socialista ha dicho que al "integrar" a Marimar entre los oradores de este homenaje pretende que en el acto reine la "unidad" en torno al recuerdo del edil asesinado.