Dos hoteles de Calella han instado a agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil a que abandonen sus instalaciones después del referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional.

Un grupo de personas ha acudido a uno de los hoteles a increpar a los agentes y la dirección del establecimiento ha dado un ultimátum a los policías para que a las doce del mediodía abandonaran sus habitaciones.

Las fuentes han indicado que la propia alcaldesa de Calella, una localidad próxima a Barcelona gobernada por el PDeCAT, ha sido la que ha llamado directamente a los directores de los hoteles advirtiéndoles de que o echaba a los agentes o paralizaba licencias de reforma pendientes.

Una información que Montserrat Candini, alcaldesa de Calella, ha negado en declaraciones a Más Vale Tarde. Dice que es "falso" que haya dado instrucciones para expulsar a la Guardia Civil y a la Policía Nacional de sus hoteles, y ha añadido que "los vecinos no increpaban, cantaban una canción".