Se calcula que entre 300.000 y 400.000 jóvenes realizan prácticas no laborales en empresas. Según Eduardo Magaldi, portavoz confederal de 'Ruge UGT', "hay empresas en las que el 70% de la plantilla son personas becarias que están haciendo trabajo estructural de empresa como cualquier otro trabajador y trabajadora". La mayoría, ni cobra ni está dada de alta en la Seguridad Social. Un abuso, según los sindicatos, que opinan que ocupan la posición de un trabajador ordinario.

La ley solo obliga a inscribir en la Seguridad Social a los becarios remunerados. Antes de la pandemia, superaban los 84.000, pero la crisis derivada del COVID ha reducido la cifra, que ahora no alcanza los 8.500.

En el futuro Estatuto del becario que negocian patronal y sindicatos, el Ministerio de Trabajo propone que todos los becarios coticen para percibir la prestación por desempleo y que reciban al menos una compensación por los gastos que generan las prácticas.

Juan Antonio Gallardo, responsable de Comunicación y Tesorero del Consejo de Juventud de España, defiende que sea de, al menos, 15 euros al día: "No es posible ni debería ser real que una persona que está realizando prácticas tenga que gastar dinero de su bolsillo para hacerlo", ha indicado.

Los sindicatos estiman que las empresas ahorran más de 3.000 millones de euros gracias a los becarios que no cobran, y que la Seguridad Social deja de ingresar casi 1.150 millones de euros por el mismo motivo.

El primer borrador también propone limitar el número de personas, a la vez en prácticas, en una misma empresa. Aida Castellanos, secretaria de Juventud de CC.OO lo pone en relevancia: "Si hablamos de que una práctica no laboral debe servir para formarse, ¿cómo puede ser que una empresa pueda formar a 5 o 6 personas si en total son 10? Parece de sentido común que ahí va a haber un fraude", ha indicado. Además, la reforma también regulará el descanso semanal o el derecho a vacaciones.