En dos meses, el juez de Londres tiene que decidir si acepta que el rey Juan Carlos I siga gozando de inmunidad, como alegaron sus abogados, o, por el contrario, pueda ser juzgado por un presunto acoso a su examante, Corinna. Este miércoles se han visto las imágenes de su llegada, horas antes, a los juzgados de la capital británica antes de declarar.

Lo hacía con dos personas de seguridad y acompañada por otra mujer a la que esperaba para entrar al tribunal. Ya dentro, se la veía charlando antes de entrar a la sala en la que estos días ha tenido lugar la vista preliminar por la demanda de acoso que le ha puesto al emérito. Ella asegura que la vigilaron, la amenazaron e incluso entraron en su propiedad, donde se llegó a encontrar un disparo en la ventada de su dormitorio.

El acoso empezó, según su relato, cuando se negó a devolverle al entonces rey 65 millones de euros que le había donado. Se prolongó hasta 2019, cuando ya habían pasado cinco años de la abdicación del rey y de que perdiera así su condición de inviolable. Sin embargo, los letrados del monarca insisten en su inmunidad.

En el escrito apuntan que "es evidente que Su Majestad es un miembro de la familia del rey Felipe VI, que forma parte de la institución, y que por ese motivo tiene derecho a la inmunidad". Sin embargo, Juan carlos I no tiene agenda oficial desde 2019 y le quitaron la asignación presupuestaria en marzo de 2020.

Finalmente, en agosto de ese año abandonó España tras situarse en el centro de múltiples escándalos. Ahora, el juez tiene dos meses para pronunciarse sobre la inmunidad del emérito, lo que podría provocar un giro radical en la vida pública y privada de Juan Carlos I, así como de cara a su futuro en nuestro país.