El presidente de Vox, Santiago Abascal, se ha mostrado optimista con la próxima formación de gobiernos en Madrid y Murcia porque "las cosas están cambiando" y se están "rebajando" las posiciones y, aunque no lo ha garantizado, ha apuntado la posibilidad de llegar a un acuerdo antes de las vacaciones de verano.

Abascal ha destacado en Antena 3 que "parece que hay un ánimo de respetar a Vox" y que, a nivel autonómico, Ciudadanos ya ha renunciado al "cordón sanitario" impuesto a su partido.

El líder de Vox, que espera también poder sentarse a nivel nacional con la formación de Albert Rivera, ha subrayado que en las negociaciones no quieren ser como el PNV, al que ha tachado de "partido chantajista", y que les den "posiciones de mayor fuerza o relevancia" que las que le han dado los electores. "Estamos pidiendo muy poquito", ha incidido, concretando que piden que el PP y Cs garanticen que sus gobiernos "no van a deslizarse por la aplicación de políticas de izquierdas".

Un compromiso que ya se determinará cómo se plasma, ha señalado al ser preguntado si sería suficiente con una declaración expresa ante los parlamentos regionales, como propuso la candidata popular a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Según ha dicho, puede haber "varias fórmulas" pero ha querido dejar claro que no quieren poner "líneas rojas", solo que se garantice que no habrá políticas de izquierdas en una futura acción de gobierno.

"Si eso se produce, en los próximos días creo que podríamos irnos en verano a descansar con nuestras familias con los deberes hechos", ha afirmado, aunque ha puntualizado inmediatamente que no estaba "garantizando nada".

Abascal ha pedido dejar atrás lo ocurrido y ha insistido en que ahora no ponen vetos, tras admitir que Vox planteó sin éxito que el secretario general del PP, Teodoro García Egea, fuera apartado de las negociaciones. "Eso es pasado para nosotros", ha dicho, "si entramos en una política de vetos, no avanzamos".

El líder de la formación de extrema derecha ha negado que exista una división interna en su partido y, sobre una reforma electoral para evitar el bloqueo político, ha dicho que "no hay que dramatizar" con los bloqueos y ha apuntado que antes al PP y al PSOE "no les preocupaban tanto".