Islamofobia ultra

Abascal se envalentona gracias al PP y pide prohibir el velo en instalaciones públicas: "España no es Al-Ándalus"

El contexto El acuerdo con el PP para vetar las celebraciones musulmanas en Jumilla ha dado alas a la xenofobia de Vox, que ahora pide ir más allá.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, durante su intervención en el encuentro con afiliados y simpatizantes celebrado este domingo en El Palmar (Murcia)El presidente de Vox, Santiago Abascal, durante su intervención en el encuentro con afiliados y simpatizantes celebrado este domingo en El Palmar (Murcia) EFE/Marcial Guillén
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El veto a las celebraciones musulmanas en los espacios públicos acordado con el Partido Popular en Jumilla ha dado alas al discurso xenófobo de Vox. Su líder, Santiago Abascal, pide ahora ir un paso más allá y prohibir la utilización del velo en instalaciones públicas. Lo hace en una larga publicación en la red social X, donde el dirigente ultraderechista vomita un discurso islamófobo y racista sin pudor alguno, hablando de "invasión" y llegando a aseverar que "España no es Al Andalus".

Medidas impregnadas de un profundo odio que Abascal justifica para "proteger los espacios públicos de prácticas ajenas a nuestra cultura y a nuestra forma de vida". "Hay que proteger a los españoles de quienes buscan imponer una ideología totalitaria, disfraza a veces como religión", esgrime el político de extrema derecha.

El líder de Vox niega además que sobre la mesa haya un debate sobre la libertad religiosa, como, según él, "pretenden los cómplices de la invasión o los cobardes". Una alusión que llega después de que desde el Gobierno hayan incidido en que la libertad de culto está consagrada en la Constitución a raíz de la moción pactada por PP y Vox en Jumilla.

Abascal, sin embargo, sostiene que "estamos ante la amenaza real de una ideología extremista" con leyes "incompatibles con nuestra cultura, con nuestra forma de vida, con lo derechos de las mujeres y con la aconfesionalidad del Estado", a pesar de algunas de estas cuestiones, particularmente los derechos de las mujeres, parecen importar poco a un partido que niega la violencia machista.

En esa misma parrafada islamófoba, Abascal culpa a socialistas, pero también a los 'populares' -los mismos con los que su partido se ha puesto de acuerdo en Jumilla-, del supuesto avance del islamismo en Europa. Así, denuncia que "allí donde el islamismo avanza, retroceden las libertades, se denigra a la mujer, se persigue a los homosexuales" -colectivo que hasta ahora tampoco parece haber ocupado sus preocupaciones, más bien al contrario- y "se violenta a los niños".

Abascal además alega que en España se están multiplicando prácticas, que define como "islamistas", como la ablación genital o el matrimonio forzoso e infantil, y clama que "España no es Al Andalus [sic]". "Del mismo modo que pedimos que no se cedan espacios públicos para la celebración de fiestas que promueven el islamismo, pedimos que se prohíba el velo islámico en instalaciones públicas, por ser un símbolo de sumisión de la mujer", aduce.

"En Vox queremos que España siga siendo España. Y queremos que nuestras calles sigan siendo y pareciendo calles de España y no de un país donde la mujer es un ser inferior y se cuelga a los homosexuales. Para nosotros es muy importante mantener nuestra identidad y nuestras costumbres, y cualquier persona que venga a España debe hacerlo con la firme intención de adaptarse a nuestra cultura y a nuestras costumbres. Y renunciando expresamente a imponer ideologías y leyes totalitarias", continúa Abascal.

Acto seguido, apostilla que "cualquier persona que resida en España tiene perfecto derecho a profesar su religión siempre y cuando renuncie expresamente a imponerla, o a defender prácticas incompatibles con nuestras leyes" y concluye su diatriba volviendo a hablar de una supuesta "invasión" que, según el líder ultra, "promueven el PP y el PSOE".