El ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha asegurado que los 630 refugiados del buque Aquarius, que atracará en Valencia, tendrá una autorización especial de un mes, pero a partir de ahí se les tratará con la legalidad en la mano "sin excepciones".

"No podemos hacer otra cosa", ha señalado Ábalos al referirse al rescate de decenas de migrantes en los últimos días en la zona del Estrecho. "Por tanto, que nadie se ponga nervioso, que esto no es un problema de migración sino de hacer frente a una situación en la que había que decidir entre "salvar a una gente o dejar que muriera. No hay más", ha aseverado.

Juguetes para los niños del Aquarius

Sin embargo, este jueves, el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, afirmó que la ley posibilita un trato específico para casos como el del Aquarius y el viernes la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, dijo que España "no puede descartar nada" en cuanto al trato y el tipo de protección que recibirán estas personas.

Una ola de solidaridad ante la llegada del Aquarius: empresas y voluntarios proponen su ayuda para recibir a los migrantes

Ábalos, que se ha referido a la situación del Aquarius en una intervención en la Escuela de Formación del PSC en Poblenou, ha criticado la actitud de Italia por tener la "indecencia moral de eludir el problema" y ha apostillado que cuando España se comporta "con decencia y moral" lo que hace es "cantar victoria".

Fotografía facilitada por la ONG "SOS Mediterranee"

No se puede ser "tan bajo moralmente", ha insistido el ministro, quien ha advertido a la UE de que es urgente una política migratoria "a la altura" de los valores de Europa. "El problema de la inmigración no está en este barco, es mucho más complejo", ha recalcado.