Máxima delicadeza a tres metros bajo el suelo. Con pincel y rasqueta, queda al descubierto lo que hasta ahora estaba escondido. Es la labor de los antropólogos que trabajan exhumando los cadáveres de la Fosa Común 113 de Paterna.

"Se trata de una fosa de cerca de 60 personas", explica el antropólogo Jorge Javier Iglesias. Todas, víctimas de la represalia franquista. Ellos llevan 70 años silenciados. Sus familiares llevan años queriendo darles voz. Desenterrar a las víctimas les ha costado 62.000 euros. Identificarlas cuesta 63.000.

"Que estas personas estén haciendo lo que están haciendo es darle vida a las personas a las que se han matado", cuenta Juana Rubio, miembro de la Asociación de Familiares de Víctimas del Franquismo de la Fosa 113. El pasado día 1 de Junio, las exhumaciones se judicializaron.

Esto significaba que el Estado asumía los costes de la investigación. Una semana después, el caso se ha archivado. El argumento judicial es que los restos humanos tienen más de 20 años de antigüedad. Por lo tanto, préscribe el delito. Sus familiares no lo entienden.

"Defendemos la verdad. No porque seamos nosotros ni nuestros familiares, sino porque defendemos la verdad. Las pruebas están ahí", explica Santi Valles, presidente de la Asociación de Víctimas del Franquismo de la Fosa 113. Decepcionados, aseguran que es un camino largo, pero no piensan abandonar.