La manifestación de la Diada de este año ha marcado una tregua entre los partidos independentistas, que han aparcado sus diferencias. Junts Per Catalunya y ERC han lanzado durante el día mensajes de unidad con muchas alusiones a los líderes independentistas presos ante la inminente sentencia del 'procés'.

Los políticos por primera vez no han estado en la cabecera porque así lo han exigido las convocantes, las entidades soberanistas, para denunciar las divisiones en el independentismo.

El objetivo es simbolizar con la confluencia de las calles donde discurre la manifestación (la plaza Espanya y sus confluencias con Paral·lel, Creu Coberta, Tarragona, Maria Cristina y Gran Via) la pluralidad del independentismo para alcanzar un objetivo común: la independencia.

Precisamente el grito de unidad ha sido el más repetido hacia los políticos durante la manifestación, a lo que Torra respondía que hay que situar el objetivo de la independencia "en el centro de la acción política" cuando se acercan las sentencias del juicio del 'procés'. Y desde ERC lanzaban un mensaje parecido, pero en un tono más sosegado. Pere Aragonès defiende que se abra una vía política para que haya una negociación que permita decidir a los ciudadanos de Cataluña.

Pero las diferencias entre los partidos han estado presentes en mayor medida que lo ocurrido en años anteriores, y un ejemplo es que ambos partidos llegaron por separado, a diferencia de lo ocurrido en otras ediciones.

El líder del Partido Socialista en Cataluña considera que "la actual experiencia de Gobierno independentista está agotada", por lo que aboga por unas nuevas elecciones en la comunidad, como explica en esta entrevista.

La Guardia Urbana ha cifrado en 600.000 personas los asistentes a la manifestación independentista. Un año más, miles de personas se concentran desde pasadas las 16.00 horas en la plaza Espanya y sus alrededores para participar en la manifestación convocada por la ANC en Barcelona con motivo de la Diada, bajo el lema "Objetivo Independencia".

Estas cifras se sitúan muy por debajo de los registros de la misma autoridad local de las últimas dos Diadas (2017 y 2018), en la que los participantes llegaron al millón de personas en ambos casos. De hecho, la de este miércoles es la cifra más baja en una Diada desde 2012, año en el que la Guardia Urbana cifró en 1,5 millones de persones los participantes.

Por otra parte, también hubo una movilización de unas 3.000 personas convocada por las organizaciones de la Izquierda Independentista (Alerta Solidària, CUP, Arran, COS y el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans) bajo el lema 'Organicemos el poder popular. Hacia la independencia no hay atajos'.

En ella, varios encapuchados han quemado una foto del Rey Felipe VI, otra del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y una bandera europea durante la manifestación de la Izquierda Independentista por la Diada.