Faltaban pocos meses para las elecciones municipales en el País Vasco y la figura de Gregorio Ordóñez, teniente alcalde de San Sebastián, empezaba a coger fuerza.

En sus discursos, siempre contundentes contra ETA, muchos vascos comenzaban a verse reflejados. Un crecimiento que empujó a la banda terrorista a dejarle terribles amenazas en su contestador.

Este jueves se cumplen 25 años del día en que fue asesinado: Ordóñez se encontraba en un bar guipuzcoano, cuando un encapuchado se acercó por su espalda y le disparó con una pistola. "Vi la pistola puesta en la nuca de Gregorio, inmediatamente dispararon", relataría la expresidenta del PP vasco, María San Gil, años después.

El autor del disparo fue Francisco Javier García Gaztelu, alias 'Txapote', que fue condenado a 30 años por el asesinato junto a Valentín Lasarte, el ideólogo del atentado.

Ordóñez fue el primer político al que ETA mató en su cambio de estrategia: pasó a incluir políticos y jueces entre sus objetivos, algo que justificaban como "socializar el sufrimiento".

Pero el resultado fue lo que Gregorio siempre pidió: la ciudadanía empezó a salir a las calles rechazando los actos de ETA.