Natural o artificial, la función del árbol de Navidad parece la misma, pero un abeto de verdad captura CO2, por lo que tiene menor huella ecologica.
Jaume Lucas Hernández, responsable de 'Verdecora Paterna' ha asegurado que "vienen del Pirineo, no vienen de otros países, por lo que la huella ecologica del transporte no es tan grande".
Lo más sostenible es colocar uno enraizado que podamos mantener tras las fiestas. Sino, muchos ayuntamientos y víveros los recogen para replantarlos en parques, jardines o zonas a reforestar
Para que no muera hay que mantenerlo húmedo, alejado de fuentes de calor. El único 'pero' es que el precio de uno natural es superior al artificial, pero no a largo plazo, porque aunque utilicemos el mismo abeto artificial durante muchos años al final terminará contaminando.
Tal y como afirma Miguel Cabrera, vocal del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, "los abetos artificiales en algún momento terminaran en vertederos y su descomposición generará microplásticos".
Los naturales en cambio pueden ser reciclados para hacer compost o biomasa, y además provienen de bosques renovables. Por cada uno que quitan, se planta otro en su lugar.