El lago de la Albufera se muere lentamente porque el nivel del agua no deja de bajar. Hace 30 años, el agua inundaba los arrozales por estas fechas, sin embargo, ahora la mayor parte es un auténtico secarral.

"Hay que inundarlos con un nivel por lo menos de diez centímetros", asegura Herminio Boira, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia.

Herminio ha vivido, crecido y estudiado la Albufera desde los años 70. "La Albufera era una algarabía, una fiesta", recuerda.

Los aportes de agua han ido bajando década tras década hasta el punto de que en 2018, por segunda vez en la historia, no ha alcanzado el mínimo necesario para su conservación.

"Esto es un desierto de agua"

La poca agua que queda en los arrozales se limita a algunas parcelas. "Esto es un desierto de agua", sostiene Herminio.

Al no haber vida, al problema de la cantidad se suma el de la calidad. Desde 'Acció ecologista-AGRÓ' analizan la calidad del agua. "La luz debería penetrar hasta el fondo", explica Lucía Moreno, de esta asociación.

Antes el agua era cristalina, pero con la industrialización, comenzó a llegar cargada de residuos que sedimentaron el fondo y crearon una capa de agua tóxica reduciendo así los espacios de agua compatible con la vida.

José Caballer, presidente de la Cofradía de Pescadores de El Palmar, lleva toda la vida pescando en la Albufera y cuenta que de 1.000 pescadores en los años 70 pasaron a 120 en los 90 y ahora no llegan ni a los 60 pescadores.

"En los años 50 y 60 se cogían 100.000 kilos de anguilas y ahora se cogen 3.000, 4.000, como mucho", apunta.

A menos fauna marina, menos alimento para las aves, 'Seo Bird Life' lleva diez años haciendo censos y constata un descenso del 70% de aves buceadoras y un 50% de la garza.

"Estábamos en unas 5.000 parejas en total y ahora estamos en menos de 3.000", lamenta Pablo Vera, técnico de 'Seo Bird Life'.

El sistema se descompone. "Lo que está ocurriendo en la Albufera es fruto de un incumplimiento continuado de varias normativas ambientales a nivel español y europeo", añade Vera

"La Albufera tiene la pena de muerte a la vuelta de la esquina", sentencia el Presidente de la Cofradía de Pescadores, Caballer.

Lo que está claro es que la Albufera es una luz que se apaga si no actuamos de inmediato.