"Hay cambio climático, pero la naturaleza se adapta a los cambios". Este es uno de los argumentos que forman parte del discurso negacionista que afirma que no existe una emergencia climática.

Sin embargo, se trata de una falacia. Al planeta ya no le da tiempo a adaptarse a los cambios del clima.

Cada década, hay un 49,6% más de superficie de árboles perdida. Además, las zonas oceánicas donde ya no hay vida han aumentado un 75% entre 1992 y 2016.

Pero el gran drama está en ríos y lagos. Desde 1992, hay más de un 26% menos de agua dulce disponible, lo que resulta en menos espacio para los animales que habitan en ella.

Entre 1970 y 2012, disminuyó un 35% el número de animales vertebrados terrestres y un 36% el de vertebrados marinos. Además, han desaparecido un 81% de los de agua dulce.