En España, las Comunidades Autónomas son las responsables de autorizar la construcción de un vertedero. Para lograr el permiso, se realiza un estudio de evaluación del impacto ambiental que tiene en cuenta diferentes variables, entre ellas, las características del suelo.

"Si en una lluvia torrencial una ladera puede terminar siendo muy peligrosa y arrastrar a personas, con lodos, qué decir de un ámbito que es un suelo artificial", advierte José María Ezquiaga, presidente de la Asociación Española de Técnicos Urbanistas. Y es que, en el caso de los vertederos, "no son suelos estables, sino suelos vivos", añade.

Otro de los factores es la población. Alberto Vizcaíno, del Colegio Profesional de Ambientólogos de Madrid, explica que "muchas instalaciones se han quedado cerca o dentro de los núcleos urbanos porque se instalaron con una legislación de los años 60", por la que solo dos kilómetros eran suficientes para construirlo.

En España existen 182 vertederos controlados que en función de los restos vertidos están divididos en tres grupos: para desechos peligrosos, para no peligrosos y para restos inertes. Sin embargo, "hay decenas de instalaciones que están fuera de los parámetros de la Unión Europea", alerta Vízcaíno.

Según organizaciones medioambientales la principal infracción es el descontrol en la entrada de la basura. "No es igual verter una poda, residuos urbanos, uralita, aceites tóxicos que, por ejemplo, residuos mineros", explican desde Greenpeace.

El Colegio Profesional de Ambientólogos de la Comunidad de Madrid añade la falta de inspectores a este problema. "Hay pocos inspectores. Se hacen las inspecciones que por ley hay que hacer, pero no son suficientes para evitar los riesgos y los daños que se acaban materializando", denuncia Alberto Vizcaíno.

Revisiones que -aseguran los ecologistas- están programadas. "Saben exactamente el día en el que se van a hacer esos controles y en qué van a consistir", sostienen desde Greenpeace.

Una situación difícil de controlar en España donde, además, existen otros 1.500 vertederos ilegales.