El transporte es el sector que más emisiones de dióxido de carbono (CO2) genera en España: un 27% del total. Fundamentalmente porque los traslados en carretera y aéreos no dejan de crecer.

Por eso, desde la ONU han mandado un mensaje tajante. "Hay que abandonar la apuesta en producción de vehículos que queman combustible fósil", ha apuntado José Luis García, portavoz de Greenpeace.

Al sector del transporte le sigue la industria, que representa un 19% del total de las emisiones. La agricultura, sin embargo, mantiene los niveles de 2017: un 12% del total.

El único dato positivo es que España sí ha logrado reducir las emisiones en 2018. Estas han disminuido en un 2,2% respecto al año anterior.

Principalmente, porque se han buscado alternativas en la generación de la energía eléctrica. Las fuentes de energía hidráulica han crecido casi un 85% y la eólica un 3,5%.

El informe de la ONU publicado hoy pide a la Unión Europea que apruebe una normativa para que no se invierta en infraestructuras relacionadas con los combustibles fósiles, políticas para que el carbono desaparezca en el suministro eléctrico entre los años 2040 y 2050.

"Es un aviso contundente. Por tanto la COP25 en Madrid tiene que ser un hito decisivo", ha apuntado la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera.

Los expertos han hecho hincapié, además, en tratar de contrarrestar las emisiones. Aquí han puesto el foco en la deforestación.

"De una tonelada de CO2 que emitimos, media tonelada se queda en la atmósfera, un cuarto es absorbida por el océano y otro cuarto es absorbida por los árboles. Por esto, es muy importante conservar la masa forestal que tenemos", ha explicado Emilio Cuevas, del Centro de Investigación Atmosférica AEMET.