París, Nueva Delhi, Pekín... La contaminación causa siete millones de muertes anuales en todo el mundo. Casi un tercio de las emisiones de dióxido de carbono las provoca el transporte. Quemar un litro de gasolina equivale a lanzar a la atmósfera 2,3 kilos de dióxido de carbono.

"Sí hay alternativas, podemos tener vehículos eléctricos", ha explicado Emilio Menéndez, profesor honorario de Ecología de la UAM.

En España, las ventas de estos vehículos se ha duplicado en un año y los fabricantes estiman que en 2030 habrá dos millones y medio circulando por las carreteras, pero piden un marco legal claro.

"Deben definirse los objetivos que queremos como país en términos de vehículos electrificados, puntos de recarga, zonas de bajas emisiones que nos den un marco de trabajo", ha apuntado Noemi Navas, directora en comunicación de ANFAC.

Sin embargo, el petróleo se resiste a perder hegemonía, la producción crece cada año y la OPEP estima que en 2040 aumentará hasta un 12%. Todo un desafío a la emergencia climática.

"El petróleo se usa para la producción de plásticos, otro sector que también tiene graves impactos", ha destacado Ana Barreiro, directora del Instituto de Derecho y Medio Ambiente.

Según la Agencia Internacional de la Energía, el 60% del crecimiento en la demanda de petróleo proviene de Asia, principalmente de China e India.