Más seguro que el propano y butano, el gas natural se introdujo en nuestros hogares hace décadas. Emite a la atmósfera menos CO2 que el carbón y petróleo, pero implica otros riesgos: "Es metano, y si el metano va a la atmósfera, el efecto invernadero del metano es 20 veces el correspondiente al CO2", explica Emilio Menéndez, profesor honorario de Ecología de la UAM.

Llegó a ser considerado una energía limpia hace años, pero la emergencia climática lo ha incluido en la lista negra. En España, donde el carbón desaparece, funcionan en actualidad 50 plantas de ciclo combinado que convierten el gas natural en electricidad. "Ese gas se va a utilizar como energía transición. Lo que nosotros siempre decimos es que con la capacidad que ya tenemos instalada, no es necesario construir más centrales de ciclo combinado", afirma Ana Barreiro, directora del Instituto de Derecho y Medio Ambiente.

Una transición que allane el camino a las renovables. Margarita de Gregorio, de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, señala que "España es el primer productor de ganado porcino de Europa". "Generamos más de 50 millones de toneladas de purines al año en España. Con esos purines podemos generar biogás", asegura. Aun así, la demanda de gas natural en España en los nueve primeros meses del año ha sido la más alta de la última década.