Londres es una de las ciudades que también se ha sumado a la lucha contra el cambio climático y para ello ha adoptado numerosas medidas para intentar disminuir la contaminación en la ciudad.

La última medida de la capital británica ha sido la apuesta por los 'City Trees', unas estructuras de filtrado de C02 que se instalaron en Leytonsyone. Se trata de una serie de estructuras que se basa en la instalación de vegetación en unas torres que tienen forma de red y que están llenas de diferentes tipos de musgo.

El objetivo de estos paneles es colocarlos en las calles para que absorvan las partículas y los óxidos de nitrógeno a la vez que producen oxígeno. Estas estructuras están compuestas por cinco torres de musgo y cada una de ellas tiene la capacidad de limpiar el mismo aire que 275 árboles, es decir, con cinco columnas de musgo se hace el trabajo de 1.375 árboles.

Por esta razón, es una acción totalmente útil y sobre todo eficaz, ya que en sitios como las ciudades donde no existe la posibilidad de plantar tal cantidad de árboles podría convertirse en la opción perfecta.

Además, otra de las ventajas de apostar por los 'City Trees' es que el musgo tiene una gran capacidad para almacenar grandes cantidades de humedad, provocando que el aire se encuentre más fresco, algo que en una gran ciudad como es el caso de Londres se agradece.

Otra de las ventajas de estos 'árboles' es que tienen su propio sistema de riego y permiten que se pueda utilizar en lugares con todo tipo de climas. Con esta acción se pueden recoger datos sobre el medio ambiente que posteriormente pueden ayudar a encontrar nuevas soluciones ecológicas.

La intención es que los 'City Trees' funcionen como modelo para otras grandes ciudades donde la polución está presente de manera llamativa.

Otras medidas que se implantaron en Londres

En la capital británica existen dos zonas perimetradas para disminuir la polución en la ciudad: la Zona de Bajas Emisiones (LEZ) y la Zona de Emisiones Ultrabajas (ULEZ). La zona LEZ ocupa unos 1.572 kilómetros cuadrados (un área que equivale a casi tres veces la ciudad de Madrid) y afecta tanto al centro de la ciudad como a casi todos sus distritos.

Está activa desde 2008 las 24 horas del día y afecta principalmente a autobuses, camiones, furgonetas, que tienen que pagar entre 100 y 200 libras si no cumplen las condiciones medioambientales.

El pasado mes de abril Londres fue más allá y creó en el centro de la ciudad, dentro de este área, la zona ULEZ, que consiste en una tarifa de 12,5 libras (14 euros) que deben pagar los conductores de todos los coches contaminantes por cada día que accedan.

Esta zona se ampliará en 2021 y pasará a cubrir unos 360 km2, un área equivalente a tres veces la ciudad de Barcelona, y por tanto mucho mayor que Madrid Central, cuya extensión es de 4,7 km2.