Asociamos la polución con problemas respiratorios, así como con la tos o la fatiga, pero la contaminación y, por tanto, el cambio climático, también afectan a los problemas de corazón.

Ana Navas, profesora de Salud Ambiental en la Universidad de Columbia, explica a laSexta que las partículas del ambiente pasan a la sangre, distribuyéndose por los tejidos.

De los 6,7 millones de fallecidos por enfermedades cardiovasculares en 2019 en todo el mundo, un 50% se atribuyen a la contaminación. Algo que no solo afecta a quienes ya tienen una patología: también provocan nuevas patologías en personas sanas.

Por eso, desde la Sociedad Española de Cardiología piden crear una subdiscplina, la cardiología ambiental, y que la situación del clima se tenga en cuenta para tratar a los pacientes. Así, se elevará el nivel de vida y reducirá el numero de muertes por culpa del aire que respiramos.