Barcelona ha convertido en realidad la idea de instalar placas solares en el suelo. De momento, es una prueba piloto que ocupa una extensión de 50 metros cuadrados. "Trabajamos con un sistema eléctrico, como si fueran baldosas, que se pueden cambiar fácilmente; luego tendríamos la placa y, lo más importante, la protección de esa placa que tiene que ser resistente para que se pueda pisar y antideslizante para que no provoque caídas", explica Eloi Badia, concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Barcelona.

Badia explica que, en este caso, la energía que van a generar, la van a "conectar al sistema de bicicletas eléctricas que tiene la ciudad de Barcelona". Cabe destacar, en este sentido, que el suelo solar generaría la misma cantidad de energía que consumen tres hogares en un año, en concreto, 7.560 kilovatios hora, lo que supone un ahorro en emisiones de más de 2.700 kilos de CO2, y todo bajo nuestros pies.

"Pensar que no solo tienen que estar en los tejados, sino que también pueden estar en el espacio público, como pueden ser en este caso los suelos, es muy interesante porque nos empezaríamos a acercar a poder se sostenibles", destaca el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica. Sin duda, se trata de un poderoso paso hacia el autoconsumo energético.