Pediatras y psicólogos pedían desde hace días que los niños pudieran salir. A los epidemiólogos les preocupa que puedan juntarse con otros menores o que accedan a espacios cerrados con más gente. Por eso, en general, los expertos ha acogido bien el anuncio de Salvador Illa que ampliaba las actividades permitidas para los niños con la finalidad de que además de acompañar a sus padres pudieran dar pequeños paseos.

La clave se encuentra en no olvidar que el estado de alarma continúa y que los más pequeños tendrán que adaptarse a las medidas dictadas para los adultos, como ya ha apuntado Quique Bassat, pediatra epidemiólogo, en Al Rojo Vivo.

Los expertos ya habían solicitado la puesta en marcha de esta medida, porque, consideran, el confinamiento puede tener "efectos negativos" sobre los más pequeños.

Pero lo importante sigue siendo evitar que los menores se junten entre ellos y que acudan a lugares donde pueden producirse aglomeraciones.

Según ha afirmado Fernando Simón, por ejemplo, "en el supermercado hay una proximidad mayor que si una familia va sola a pasear por la calle".

Según el Director del Centro de Enfermedades Transmisibles, las recomendaciones son las mismas que para los adultos: es recomendable el uso de mascarilla, y el objetivo es evitar que contagien a cualquier persona.

Los más pequeños ya han demostrado que saben adaptarse, así que ahora será en los padres en los que recaiga la responsabilidad de que así continúe.