El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha insistido este miércoles en que el misil caído en la localidad polaca de Przewodow y que provocó la muerte de dos personas el martes no es ucraniano, a pesar de que sus socios internacionales descartan que proceda de Rusia y ven "probable" que haya sido lanzado por sus defensas aéreas.

"No tengo ninguna duda de que no fue nuestro misil", ha aseverado Zelenski, que ha rechazado poner en cuestión los informes de su personal militar. "No tiene sentido desconfiar. Pasé la guerra junto a ellos", ha zanjado.

En ese sentido, el mandatario ucraniano ha subrayado que la investigación sobre lo ocurrido no ha acabado y ha pedido a Polonia que permita a los representantes ucranianos acudir al lugar de los hechos para llevar a cabo sus propias pesquisas. "¿No podemos presentar las conclusiones finales? Creo que es justo", ha valorado.

Posteriormente, el portavoz del Consejo de Seguridad polaco, Jacek Siewiera, ha afirmado que "el presidente no ve obstáculos para que los ucranianos se unan a la investigación del incidente en Przewodów".

Una versión distinta a la de la OTAN

Las palabras de Zelenski contrastan con las de sus socios internacionales, como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien el miércoles avanzó que era "improbable" que el misil viniera desde Rusia, que ha calificado las acusaciones de "provocación". Además, Biden ha contradicho este jueves las afirmaciones de Zelenski, afirmando ante la prensa que "no es esa la evidencia".

En esa línea se ha manifestado también el presidente polaco, Andrzej Duda, que ha señalado que no hay ninguna prueba de que el incidente haya sido un ataque deliberado de Rusia.

La OTAN ha explicado que los informes preliminares sugieren que el incidente que acabó con la vida de dos personas se produjo por el impacto de un misil de las defensas aéreas ucranianas cuando se defendía de ataques rusos, por lo que, para el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, "esto no es culpa de Ucrania".